domingo, 17 de octubre de 2010

Feliz día mamá

No quería llamar. Nunca quiero llamar, siempre, sin importar el momento, el lugar, los años, la distancia, me hace mierda. Siempre. Ya no busco la excepción. Una de las pocas buenas cosas que he logrado después de vivir en un diván mientras vivía con ella y lejos de ella en Buenos Aires fue no buscar la excepción.

Hoy es el día de la madre, y me toca llamarla. ¿Por qué la llamo? ¿Por qué sigo siendo presa de ese impulso suicida de lastimarme? Nunca nada es suficiente. Nada. Si la llamo porque la llamo, y si no la llamo porqué no llamo. Siempre voy a perder. Siempre.

Sé que está en la casa de su marido en el country. Sé que esta mi medio-hermano con mi nuevo sobrino. Sé que no espera mi llamado, sé que salvo el tío Julio, a nadie le importa si llamo o no.

Hola mami, ¡feliz día! 
Ah, ¿te acordaste?
Sí. ¿Cómo estas? 
¡No puedo creer que te acordaste!
Sí, me acorde. 
Dale, decime la verdad, te aviso el tío Julio.
No mami, me acordé, esta en todas los diarios, todo el mundo sabe que hoy es el día de la madre en Argentina. 
Bueno es verdad, vos lees todo el tiempo. Como tú papá.

Siempre me cuenta cuanto me parezco a mi papá, y a veces me pregunto si su odio tiene que ver con cosas que ella no resolvió con él. Con cosas que ella, como yo, nunca vamos a poder resolver porque él no esta, porque él se fue, porque a él lo desaparecieron. De eso, no tenemos la culpa ninguna de las dos. Ninguno de los tres.
Me quedo callada.

¿Cómo estas? 
Bien, bien, vino tú hermano con el baby, está cada día más lindo, ya lo vas a ver cuando vengas.
Si me muero de ganas de conocerlo. 
Bueno nena, gracias por llamar, voy a tener que dejarte, gracias.
De nada mami, que la pases bien con “tú familia”
Si esta bien, está muy lindo el día, me gustaría que vos estuvieras acá conmigo.
A mi también. 
Bueno, ya en diciembre nos vemos.
Si, un beso mami. 
Otro.

Hubo un silencio. Siempre hay un silencio. Siempre. Después corte el teléfono. Quería decirle tantas cosas, y ella sabía y por eso espero, pero no pude. Una vez más no pude. Nunca puedo. Nunca.